Volviendo a Windows 10 en el móvil.

Pues eso, que he estado con un iPhone desde septiembre, más o menos y la verdad es que no he conseguido encontrar un motivo de peso para quedarme en la plataforma.

Sí, todo aquel con el que hablo me dice aquello de las aplicaciones, pero la verdad es que sólo utilizo Whatsapp, Outlook, Twitter y el navegador de modo habitual, así que todo lo que tengo en el iPhone lo tengo en mi Windows 10, con una diferencia, trabajo con Windows 10 en escritorio y eso de la sincronización de la plataforma, pues que quieres que te diga, es muy cómodo decirle a Cortana que me avise de algo y que me lo recuerde en todos mis dispositivos.

Una de las cosas que me parecía interesante en el iPhone y que no tengo en Windows 10, es la aplicación de mi banco, ING Direct, pero resulta que la aplicación es, para mi, un desatino y con una respuesta bastante pobre, hasta el punto que va mejor en mi navegador Edge que la propia aplicación.

Por otro lado, en el iPhone utilizaba servicios con OneDrive, OneNote, Outlook… y claro, el cambio es natural, no hay pérdida en el camino.

A todo esto tengo que sumarle la cámara de mi Lumia 950XL, creo que todavía, 3 años después de su salida, sigue en plena forma, dejando recuerdos de una calidad difícilmente superable por ningún teléfono actual, o al menos, quedando en una posición más que digna.

Supongo que a mi teléfono le queda poco tiempo de vida, ya que parece que Microsoft no tiene pensado seguir desarrollando la división móvil, así que, hasta que el cuerpo aguante.